Durante el verano nuestras uñas sufren agresiones producidas por el cloro de las piscinas y la sal del mar que provocan que se sequen, se agrieten, y por lo tanto, estén más frágiles. También los excesos de alimentación provocan carencia de vitamina A y B que da lugar a que las uñas tengan un color amarillento.
- Los continuos lavados y el uso de esmalte y quitaesmalte hacen que la piel de nuestras manos y las uñas se sequen, para evitarlo, nos aplicaremos todos los días cremas o aceites hidratantes masajeando durante unos minutos e insistiendo en las uñas con movimientos circulares.
- Incluir en la dieta frutas, verduras y alimentos que contengan hierro y calcio que evitará el tono amarillento.
- Existen en el mercado bases específicas para las carencias de las uñas que junto a una manicura profesional y los consejos arriba especificados, harán que tus uñas luzcan perfectas.
¡Podéis consultar vuestras dudas a través del blog y disfrutar de los servicios profesionales en nuestro centro de trabajo!
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